El mundo es testigo de un terrible crimen de derechos humanos en Gaza, donde un millón y medio de seres humanos están siendo encarcelados prácticamente sin acceso al mundo exterior por mar, aire o tierra. Toda una población está siendo castigada brutalmente.
Este maltrato burdo de los palestinos en Gaza fue incrementado drásticamente por parte de Israel, con el respaldo de Estados Unidos, después de que los candidatos políticos que representaban a Hamas ganaron una mayoría de escaños en el parlamento de la Autoridad Palestina en 2006. Todos los observadores internacionales unánimemente calificaron la elección de honesta y justa.
Más allá de las elecciones personales en la lucha partidaria entre Fatah y Hamas dentro de la Palestina ocupada, debemos recordar que las sanciones económicas y las restricciones en el suministro de agua, alimentos, electricidad y combustible están causando penurias extremas entre la gente inocente de Gaza, entre la que hay alrededor de 1 millón de refugiados.
En un viaje reciente por Oriente Medio, intenté llegar a comprender mejor la crisis. Una de mis visitas fue a Sderot, una comunidad de unas 20.000 personas en el sur de Israel que es frecuentemente atacada por cohetes rudimentarios disparados desde la cercana Gaza. Condené estos ataques como abominables y como un acto de terrorismo, ya que la mayoría de las trece víctimas durante los últimos siete años han sido no combatientes.
La respuesta que recibí es que este tipo de acción previa por parte de ellos no había sido recíproca, y me recordaron que Hamas había insistido anteriormente en un alto el fuego en toda Palestina incluyendo Gaza y Cisjordania, que había sido rechazado por Israel. Hamas luego hizo una propuesta pública de un alto el fuego mutuo restringido a Gaza, que los israelíes consideraron y también rechazaron.
Todas las naciones árabes aceptaron el pleno reconocimiento de Israel si éste cumple con las resoluciones clave de las Naciones Unidas. Hamas acordó aceptar cualquier acuerdo de paz negociado entre el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, y el primer ministro israelí, Ehud Olmert, siempre que fuera aprobado en un referendo entre el pueblo palestino.
Una cosa es que otros líderes recurran a Estados Unidos en las negociaciones de paz cruciales, pero el mundo no debe quedarse de brazos cruzados mientras gente inocente recibe un trato cruel. Es hora de que voces enérgicas en Europa, Estados Unidos, Israel y otras partes expresen y condenen esta tragedia de derechos humanos entre el pueblo palestino.
Fuente: www.project-syndicate.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario