martes, 6 de enero de 2009

...Y Frei tenía razón

Por: Claudio Fuentes

¿Somos estatistas los chilenos? Vivimos en una sociedad donde se promueve la competitividad y existe un discurso instalado que busca reducir el Estado a su más mínima expresión. Bajo esta premisa, el Estado parece ser una cortapisa al crecimiento, al desarrollo de las capacidades latentes presentes en el mercado.

Pero al examinar los resultados de la última encuesta nacional del Instituto de Investigación en Ciencias Sociales, ICSO-UDP, nos sorprendemos de encontrar una realidad completamente distinta: los chilenos parecen querer más Estado. Un 71,6% apoya que el Estado tenga empresas de utilidad pública, un 67,2% dice que debería existir una AFP estatal, un 65,7% indica que deberían existir más bancos estatales, un 58,1% sostiene que el transporte público debiese estar en manos de una empresa estatal y un no despreciable 52,3% sostiene que las universidades privadas debiesen ser públicas. Incluso, un 51,9% defendió la idea que existiese una cadena de supermercados estatales. En tanto, el 60,6% de los encuestados se mostró en desacuerdo o muy en desacuerdo de privatizar CODELCO.

Pese a que existe una percepción elevada de corrupción, parece ser que la sociedad chilena es capaz de distinguir entre las personas que cometen abusos dentro del Estado de la propia institucionalidad estatal. De hecho, esta encuesta muestra que la sociedad chilena no rechaza al Estado. Quiere más Estado en áreas claves de la economía.

¿Por qué sucede esto? Se podría pensar que la sociedad percibe que en ciertos rubros, la existencia de un contrapeso estatal podría compensar eventuales abusos u oligopolios por parte del mundo privado. Es el caso de las AFPs, de los bancos, o incluso de los supermercados. Asimismo, podría pensarse que en aquellos sectores que no tienen acceso a determinados servicios, van a buscar que el Estado resuelva dicho problema. Es el caso de las universidades, donde a menor nivel socioeconómico mayor es la aceptación de la estatización de las universidades.

Otra explicación complementaria, se refiere a la progresiva incorporación de una agenda de derechos en nuestra sociedad, lo que evidencia una mayor preocupación ciudadana por un acceso justo y equitativo a cuestiones básicas como salud, educación, pensiones, etc.

En el debate presidencial que se aproxima surgirán una serie de temas que directamente abordarán la cuestión de más o menos Estado. Ya Eduardo Frei lo planteó a propósito del Transantiago. Pero aquello se hará patente con los derechos de propiedad de las aguas, los fondos de pensiones, y la situación de CODELCO. Mientras el consenso de las elites se aproxima al ideal libremercadista de reducción del Estado, el consenso social se aproxima al ideal republicano de un Estado presente (y al parecer muy presente) en la sociedad.

Fuente: La Tercera (Chile)

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