miércoles, 16 de abril de 2008

Falta de renovación ideológica en los partidos políticos en Chile: En camino hacia una deslegitimación del Sistema Político.

El comportamiento que han tenido algunos políticos, especialmente de la Concertación en los últimos años, ha respondido a un problema que se centra específicamente en la deficiente modernización política que ha presentado el espectro político en nuestro país. La creación de Chile Primero y la desafección de los parlamentarios “colorines” de la Democracia Cristiana es un hecho significativo dentro de nuestra joven democracia, lo que plantea , por un lado, una falta de renovación ideológica y por otro lado, en el decreciente surgimiento de nuevos líderes en la escena político – partidista.

Esta falta de renovación ideológica, que se viene arrastrando en la izquierda desde la caída de la Unión Soviética es debido a que la fuente de inspiración tanto marxista como socialdemócrata en el mundo esta agotada. El Comunismo perdió el rumbo luego de la caída de la Unión Soviética debido al rol “satelital” que poseían ideológicamente los partidos comunistas con respecto al Partido Comunista Soviético, el cual era el que delineaba ideológicamente las directrices de los partidos comunistas en el mundo. Esto se suma a la estrategia poco ortodoxa de la China Comunista para con el sistema económico (aceptación de la Economía de Mercado) lo que deja “solitaria” a la izquierda en sus fundamentos económicos y políticos. Eso se observa en el Partido Comunista en Chile que no posee nuevos lineamientos políticos para la nueva democracia, partido que sólo ha jugado un rol de apoyo hacia la Concertación en la dos últimas elecciones, debido sola y únicamente a su rechazo total a la derecha que aun presenta ciertos comportamientos de apoyo al sistema político heredado de la Dictadura de Pinochet y en el plano económico rechaza el sistema neoliberal sin plantear de forma clara y precisa un nuevo modelo a seguir. Por otro lado, la izquierda socialdemócrata, el Partido Socialista, el Partido por la Democracia y el Partido Radical, no han podido conjugar un lineamiento estratégico en conjunto para insertarse en la nueva concepción de Estado y Mercado que presenta el mundo Post-Guerra Fría, diferente a del Estado de Bienestar que era la base de la concepción socialdemócrata en el mundo y el único comportamiento que ha tenido es de apoyo al actual sistema, lo cual ha traído una merma de respaldo ciudadano tanto a nivel electoral como a nivel de las bases políticos de dichos partidos. Es decir la izquierda en sus dos ramas ha sido poco inteligente para insertarse y renovarse política e ideológicamente en el actual plano político.

La poca capacidad que ha tenido la Democracia Cristiana para levantar nuevos liderazgos se observa también en su poca capacidad de renovación ideológica. Desde que las ideas del Estado de Bienestar y el Humanismo Cristiano de a mitad del siglo XX no pudieron satisfacer los problemas sociales y políticos en el mundo, la Democracia Cristiana no ha tenido un planteamiento distinto al actual sistema. Su apoyo al actual sistema se observa claramente en el respaldo empresarial que posee el partido y la disminución sustancial de respaldo ciudadano a la hora de votar. Esto merma en la inclusión o entrada de nuevos líderes en el partido y provoca que sectores que se sienten poco escuchados o que no han podido llevar sus ideas al plano ideológico del partido se sientan frustradas y abandonen la tienda política, observando como los parlamentarios colorines que siguen al Senador Adolfo Zaldívar se alejen del partido. Esto de cierta manera también se observa en la derecha, en especial la Unión Demócrata Independiente (UDI), ya que los antiguos liderazgos proclives a la Dictadura no han dejado y no han querido que los nuevos personeros con ideas distintas y muchos más proclives a la democracia tengan el liderazgo en el partido. ¿Por qué estos personeros no han abandonado a la UDI, como si lo hicieron los colorines en la DC?, a mi juicio sólo porque no ha surgido un liderazgo fuerte y renovador en el partido que los aglutine a todos, aunque si bien el ex candidato presidencial Joaquín Lavin podría ser ese nuevo liderazgo en el partido.

Ahora por qué digo que esto demuestra una falla en la modernización política de los partidos, porque los partidos políticos no han querido responder a las nuevas demandas sociales, las cuales quieren soluciones eficientes, rápidas y claras, soluciones que en el ámbito de lo político no se han querido realizar. Esto deja a los partidos políticos sin satisfacer necesidades, sin representar a nadie y sin nuevos liderazgos. La falta de modernización política llevaría a que ciertos partidos no se reciclen, no tengan feedback o retroalimentación con sus bases ni con la sociedad, lo cual llevaría a agotarlos en líderes y en ideas, pensamientos, directrices políticas. ¿Cuál es la razón? A mi juicio sólo una: comodidad política, porque los partidos políticos poseen influencias en los centros de poder tanto a nivel político como económico, lo que hace que el actual escenario sea favorable a ellos y no quieran cambiar la actual situación.

¿Qué podría pasar? Sí el actual escenario no cambia, nuestra democracia poco a poco se estaría deslegitimando frente a la sociedad, lo que podría llevarnos a una crisis de sistema político, problema que se ha arreglado en el pasado con Golpes de Estado o estallido de revoluciones. Lo otro que podría ser es que el actual escenario lleve a que se forme un clivaje o caldo e cultivo para la creación de nuevos partidos políticos que comiencen una tarea de legitimación del sistema democrático a través de reformas políticas, económicas y sociales. ¿De que va a depender que suceda lo primero o lo segundo?: del nivel de legitimidad que posea el actual sistema democrático frente a la sociedad, es decir, sí en las próximas elecciones que se hagan en nuestro país el nivel de abstención electoral siga aumentando, las probabilidades que el sistema se deslegitime o siga deslegitimando son alta y por ende, quizás de aquí a unos 30 años más tendremos un golpe de Estado o la emergencia de un Mesías político, populista, al modo de Chávez.

Carlos Salazar Godoy.
Cientista Político.

No hay comentarios: