jueves, 28 de enero de 2010

Falsos positivos universitarios

Por: Luis Fernando Trejos

En el día de ayer el presidente de Colombia Álvaro Uribe, hizo pública su última estrategia para combatir la creciente violencia en la ciudad de Medellín, este defensor de la democracia, los Derechos Humanos, la moral y las buenas costumbres, espera que en próximos días unos mil estudiantes universitarios se vinculen como informantes del Ejército en las universidades de esta ciudad, recibiendo un pago mensual por la prestación de dicho servicio a la patria. Según el mandatario la colaboración de los universitarios servirá para frenar la racha de violencia que vive actualmente la capital de Antioquia. Ante semejante aberración cabe hacer las siguientes reflexiones:

1- Si lo que se busca es controlar la violencia, especialmente en ciertas comunas que se encuentran bajo el control de bandas conformadas en su mayoría por ex integrantes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) ¿Qué pueden hacer realmente estudiantes universitarios frente a experimentados criminales bien armados y ligados al narcotráfico? Si se busca combatir la violencia urbana presente en sectores urbanos específicos ¿por qué vincular estudiantes universitarios como informantes (sapos) del Ejército y no de la policía o la Fiscalía?

2- El gobierno está llevando el conflicto armado al interior de las universidades, que son por su naturaleza espacios de reflexión y de desarrollo de la academia, la investigación las artes y las ciencias. ¿Bajo que criterios y qué tipo de actividades criminales puede detectar un estudiante de primer semestre?

3- ¿Qué pasará si un estudiante después de tres o cuatro pagos no ha denunciado ninguna actividad criminal? ¿No se verá presionado a inventar dichas actividades (falsos positivos en las universidades)? ¿Cómo se garantizará que las denuncias no se utilicen para saldar problemas personales, económicos o sentimentales?

4- ¿Es posible que un problema con hondas raíces sociales como es la violencia (pobreza, marginalidad, desempleo, baja cobertura en educación, salud y vivienda, ausencia del Estado, instituciones débiles, corrupción endémica, etc.) se solucione con medidas policivas? La violencia en Colombia no es la causa de los males que aquejan al país, sino el efecto de los mismos. Y en este sentido este gobierno con este tipo de medidas al igual que todos los anteriores ha puesto la carreta a tirar de los bueyes.

5- ¿Cómo se podrá garantizar que estos estudiantes informantes no se conviertan en objetivo militar de los actores armados que van a denunciar? ¿No viola esta política el principio del Derecho Internacional Humanitario que obliga a las partes enfrentadas a distinguir entre civiles y combatientes, al vincular directamente a universitarios con el Ejército?

Esta decisión del gobierno sólo viene a confirmar el fracaso del proceso de paz con las AUC, la inoperancia de la justicia, la ineficacia de la policía y desnuda una de las tantas fallas de la seguridad democrática, su falta de resultados en la lucha contra la delincuencia común y el paramilitarismo urbano. Esperemos que este tipo de medidas contrainsurgentes no termine profundizando el conflicto armado, no genere una cacería de brujas al interior de los centros de estudio y que el gobierno antes de vincular jóvenes a la guerra, les ofrezca reales oportunidades laborales y espacios culturales y recreativos.

No hay comentarios: